Dementos: los enemigos invisibles que sabotean tus sueños
- Rod Hilfer
- 29 may
- 2 Min. de lectura
Hay una fuerza silenciosa que habita dentro de nosotros.
No grita. No golpea. No se muestra.
Pero actúa…
Y lo hace justo cuando estamos a punto de avanzar.
Es esa voz que te dice:
“No eres suficiente.”
“¿Para qué intentarlo si ya fallaste antes?”
“Mejor quédate aquí, donde al menos no duele.”
Esa fuerza tiene nombre.
Y hoy quiero presentártela.
Se llaman Dementos.
Y entenderlos puede cambiar tu vida.

¿Qué es un Demento?
Un Demento es una creencia limitante disfrazada de lógica.
Es una emoción que se repite tanto que termina pareciendo verdad.
Es una parte de ti que fue herida… y que ahora, para “protegerte”, te impide crecer.
Los Dementos no son enemigos externos.
No son tus padres, ni tus jefes, ni tus circunstancias.
Son ideas, hábitos y miedos que se instalaron en tu mente y se quedaron ahí…
Saboteando silenciosamente tus decisiones, tus relaciones y tus sueños.
¿Qué son los Dementos y cómo actúan?
Actúan como una niebla.
No los ves venir.
Pero de pronto ya estás paralizado.
Un Demento puede disfrazarse de perfeccionismo.
Otro de procrastinación.
Otro de miedo al rechazo.
Otro, más sofisticado, de esa necesidad insaciable de validación.
Cada vez que abandonas algo que te hacía vibrar…
Cada vez que te conformas cuando sabes que mereces más…
Cada vez que callas tu voz por miedo a incomodar…
Ahí hay un Demento operando.
¿De dónde vienen los Dementos?
Nacieron en algún punto de tu historia.
Tal vez de una crítica.
De una experiencia dolorosa.
De algo que falló… y te hizo creer que tú eras el error.
Pero atención:
Un Demento no es tu enemigo.
Es una parte de ti que está desactualizada.
Es una versión antigua que alguna vez creyó que tenía que esconderse para sobrevivir.
¿Cómo vencer a un Demento?
Primero, reconociéndolo.
Poniéndole nombre.
Mirándolo sin miedo.
Luego, decidiendo que no vas a dejar que dirija tu vida.
Aquí, en este blog, vamos a enfrentarlos uno por uno.
Vamos a quitarles el disfraz.
A exponerlos a la luz.
Y a recuperar el control de nuestros sueños.
Porque un Demento solo tiene poder…
cuando tú olvidas que eres un Divergente.
Este movimiento no es solo una forma de pensar.
Es una revolución personal.
Y para avanzar, necesitamos limpiar el camino.
Por eso esta entrada es la primera de muchas sobre ellos.
Sobre los saboteadores invisibles que ya no tendrán la última palabra.
Los Dementos no se eliminan con fuerza.
Se liberan con verdad.
Y esa verdad comienza por recordar quién eres.
Los Divergentes no siguen caminos. Los crean.
— Rod Hilfer
Comments